Bueno, no tengo muchas ganas de pasarme por aquí, pero creo que la ocasión lo merece: El Real Madrid ganó, una vez más, el derby madrileño frente al Atlético de Madrid.
El partido disputado en el santuario blanco, el Santiago Bernabéu, terminó con un 4-1 en el luminoso. Los goles corrieron a cargo de Adrián, por parte del Atleti, que adelantó a los rojiblancos, y de Cristiano Ronaldo, por partida doble (ambas desde la pena máxima), Di María, que consiguió el 2-1, e Higuaín, que cerró la goleada.
No fue un partido excesivamente vistoso por ninguno de los dos planteles: el Real Madrid no mostró su habitual fluidez de balón y verticalidad, mientras que los colchoneros, tras quedarse con uno menos con la expulsión de su guardameta tras cometer penalty sobre Benzema, el cual fue transformado por CR7, se vieron resignados a esperar las acometidas blancas, mostrando respuesta únicamente mediante juego duro; muy duro.
Entre las acciones más destacadas del partido cabe resaltar la salvaje entrada de Perea a Cristiano Ronaldo, por la que el colombiano solo vio tarjeta amarilla. Además, por parte de los de Mourinho, cualquier aficionado sintió vergüenza ajena por las exageraciones de Di María ante las entradas de los jugadores atléticos, las cuales fueron muy violentas, todo sea dicho; lo que los blancos criticaron de muchos jugadores del F. C. Barcelona, es criticado ahora a un jugador de su propia plantilla. Por el bien del fútbol y de los madridistas: que cunda el ejemplo.
Sin olvidar estos dos hechos, la nota más curiosa y graciosa fue el tifo exhibido en las postrimerías del encuentro desde el fondo sur, donde presencian los partidos los ultras del Real Madrid, que rezaba lo siguiente:
"Se busca rival digno para derby decente. Razón aquí."
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